Salimos de Monteverde, en dirección a Quepos, para visitar el famoso Parque Nacional Manuel Antonio en Costa Rica.
Es un viaje de 3 horas aproximadamente y la primera mitad está llena de los espectaculares paisajes de las montañas donde está inmerso Monteverde
Justo a mitad de nuestro camino se encuentra una curiosidad en la que se detienen, te diría yo, el cien porciento de los turistas que andan por la zona y es el puente sobre el Rio Tárcoles.
Resulta que en este rio, al parecer, viven una enorme cantidad de cocodrilos y si miras desde el puente seguro vas a ver alguno.
Cuando nosotros pasamos había mas o menos unos 10 cocodrilos y uno de ellos era enorme. No podría decir su medida pero mas de 3 metros seguro tenía.
Es una parada curiosa para hacer si estás por la zona. Interesante si nunca viste cocodrilos así de grandes, pero por favor no los alimentes ni les tires nada.
Alimentar a la fauna silvestre es una actividad que cambia sus comportamientos y conlleva con ello un daño al medio ambiente. Miremos, sin lastimar a ningún ser vivo.
Llegamos a nuestro alojamiento en Quepos al mediodía, así que nos dio tiempo para ir a una playa y fuimos a Biesanz.
Para bajar, hay que dejar el automóvil en la calle donde te cobrarán unos 3 USD por cuidártelo.
Luego se deben caminar 5 minutos en bajada hasta la playa que está en una de las zonas más exclusivas de Quepos.
Aquí, alquilan reposeras, hay pipa fría (agua de coco), tragos con alcohol y algo de comer.
Nosotros siempre tenemos el picnic a cuestas pero esta vez sí tuvimos que alquilar reposeras porque la marea estaba subiendo tanto que no quedaba playa donde dejar la lona. Las dos sillas nos costaron 9 USD, teóricamente mas barato de lo que cuestan habitualmente porque ya quedaban pocas horas de sol.
La playa es espectacular. La arena por su color y textura parecía algo como cemento o tiza y el agua completamente verde.
Es una playa que está encerrada entre montañas así que no hay una sola ola. Un entorno precioso donde pasamos horas relajados y escuchando a los monos “conversar” entre los árboles.
Fuimos al atardecer, luego de salir de la playa Biesanz y, aunque es un atrapa turistas (por ende, barato no es), vale la pena pasar una noche por el Restaurant El Avión.
No acepta reservas pero si llegas a eso de las cinco de la tarde, podes encontrar una mesa en la primera fila para ver el atardecer.
Además, se come muy bien y, como broche de oro, podes recorrer un avión C-123 de la década de los 80 que fue reutilizado para convertirse en un bar.
Obligado subir a la cabina del piloto a sacar fotos e imaginarse qué se sentirá volar semejante nave.
El Parque Nacional Manuel Antonio en Costa Rica es el parque más visitado del país.
La entrada se debe comprar por la web del Sinac y su horario es de 7 a 16 hs. Es recomendable que la reserves con algunos días de anticipación porque los cupos son limitados y el parque se llena muchísimo.
Sabiendo estos datos, ese día nos pegamos el madrugón y 7:05 ya estábamos en la boletería.
Al parque no está permitido ingresar con ningún tipo de alimentos, pero adentro hay una cafetería. La buena noticia es que, para estar dentro de un parque nacional, los precios no están tan mal.
En el parque hay varios senderos que, aunque no son tan extensos como en otros parques nacionales, algunos se hacen lentos por la cantidad de escaleras que tienen.
Te recomendaría comenzar por el Sendero Mirador ya que es el mas largo y uno de los más transitados.
Nosotros fuimos apenas entramos y, cuando estábamos volviendo, no paraban de ingresar personas.
Recién entrados, cuando se veía poca gente, pudimos ver dos ciervos, bien cerca del sendero. Fue una sorpresa encontrar tan majestuoso animal porque no tenía ni idea que habitaban en este parque.
A continuación fuimos al Mirador Puerto escondido, pero estaba cerrado. Sin embargo, pasamos por las Playas Gemelas que, si bien no me gustaron para baño, porque están llenas de corales, sí me parecieron hermosas. También había mucha gente haciendo snorquel.
El último sendero que hicimos fue el de Punta Catedral y lo recomiendo porque acá si que no va prácticamente nadie.
Por lo visto, la mayoría de los visitantes hace uno o dos senderos y luego va a la playa, así que en la Punta Catedral estuvimos solo con cuatro turistas más.
Este sendero es casi pura escalera de subida y luego de bajada, tiene dos miradores como a mitad de camino y todo el tiempo vas a estar transitando en una densa y calurosa selva.
Al haber poca gente, lógicamente se observan más animales, así que tuvimos la suerte de ver varios monos cara blanca y una serpiente color verde bien brillante.
Recomendado, como dije antes, llegar temprano y hacer los senderos antes de que se abarroten y pierdan un poco la gracia.
Visitamos las Playa Gemelas (de las que hablé antes) y luego fuimos a las dos mas conocidas: Espadilla Sur y Manuel Antonio. Una queda a espaldas de la otra.
La Playa Espadilla Sur es enorme y hay menos gente que en la segunda. Como contra, no tiene esa arena blanca idílica y, por la forma como está ubicada, tiene unas olas inmensas.
La Playa Manuel Antonio es la mas famosa del parque, de Quepos, y una de las mas famosas de Costa Rica también.
Había leído que esta playa estaba muy masificada pero, al estar dentro de un parque con capacidad limitada, tampoco me pareció tan insoportable la cantidad de gente.
Después del sendero de Punta Catedral, fuimos a instalarnos a la playa Manuel Antonio. La arena blanca tipo Caribe ayuda a que el mar se vea de un celeste perfecto. Sumado a eso que no tiene casi olas.
Es una de las playas mas lindas que vi en Costa Rica, teniendo en cuenta que estuve tanto en el Pacífico como en el Caribe.
Pasamos todo el tiempo que nos permitieron ahí (a las tres de la tarde ya se debe desocupar la playa).
Igualmente, cualquier tiempo te va a parecer poco porque la playa es realmente una maravilla.
Pasamos una tarde preciosa debajo de una palmera, charlando con una mujer chilena que conocimos y era su segunda vez en Manuel Antonio. No es para menos, el lugar da ganas de volver.
Francamente la ciudad de Quepos no me gustó. Si regresase, me hospedaría en la zona de la playa Espadilla (donde cenamos cuando salimos del parque). En esa área hay bares frente al mar y mucha vida nocturna.
El Manuel Antonio en sí me pareció un parque marino de los mejores que vi solo reemplazado por Cahuita, que además de ser hermoso, está mucho menos explotado.
Como contra, tiene la masividad de turistas. Sin embargo, nosotros fuimos bien temprano y no tuvimos mayores inconvenientes, así que, que esto no te amedrente y visitá el parque que es una de las joyas ticas.
Nuestro viaje continuó por Turrialba, te lo cuento acá!